Chile sigue dando pasos firmes hacia un futuro energético sostenible. Científicos en el Desierto de Atacama lograron producir hidrógeno verde en Chile a partir de la humedad ambiental, sin necesidad de agua líquida, lo que representa un avance histórico en regiones áridas y con escasez hídrica.
El proyecto, conocido como H2Atacama, utiliza materiales higroscópicos capaces de capturar vapor de agua incluso en condiciones de humedad relativa tan bajas como 11%. Ese vapor se emplea en un proceso de electrólisis adaptada, impulsado por energía solar, para generar hidrógeno verde. De esta manera, se evita el elevado consumo de agua dulce o desalinizada que requieren los métodos tradicionales, estimado en hasta 9 litros por kilogramo de hidrógeno.
El Desierto de Atacama, considerado el más árido del mundo, ofrece un entorno único para probar esta tecnología, al combinar condiciones extremas de sequedad con una de las mayores radiaciones solares del planeta. Esto convierte a la región en un laboratorio natural para el desarrollo de soluciones energéticas de vanguardia.
Este avance se suma a la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde en Chile, que busca convertir al país en exportador líder de energías limpias para 2030. Según estimaciones, la producción a gran escala podría alcanzar costos competitivos y abastecer no solo la industria local, sino también mercados internacionales en Asia y Europa.
La innovación no solo tiene impacto económico, sino también ambiental. Al reducir la presión sobre recursos hídricos escasos, el modelo ofrece una alternativa viable para otros desiertos del mundo, como el Sahara o regiones de Australia y Medio Oriente.
Con iniciativas como esta, Chile reafirma su posición como pionero en energías renovables y demuestra cómo la ciencia y la tecnología pueden abrir caminos hacia un planeta más sostenible.
