Un estudiante inventa manija desinfectante con un objetivo claro: reducir las infecciones en hospitales. Esta innovación busca resolver un problema crítico, ya que los manubrios de las puertas son uno de los principales puntos de transmisión de bacterias y virus en los centros médicos.
La creación, llamada Xermosol, utiliza luz ultravioleta (UV-C) para desinfectar automáticamente la superficie cada vez que alguien la utiliza. En apenas unos segundos, la manija elimina hasta el 99.9% de los patógenos, ofreciendo un nivel de seguridad que hasta ahora parecía imposible con métodos tradicionales de limpieza.
Tecnología simple con gran impacto
El dispositivo funciona con sensores de movimiento y baterías recargables, lo que lo hace fácil de instalar en cualquier puerta. Su diseño práctico permite que los hospitales lo adapten sin necesidad de remodelaciones costosas. Según sus creadores, esta tecnología podría disminuir considerablemente las infecciones intrahospitalarias, que cada año afectan a millones de pacientes en todo el mundo.
Un avance con proyección global
El estudiante inventa manija desinfectante no solo pensó en hospitales. El proyecto también tiene potencial en clínicas, aeropuertos, escuelas y otros lugares donde la higiene es fundamental. La idea ya llamó la atención de expertos en salud pública y ha recibido apoyo de inversionistas interesados en llevarla al mercado internacional.
Este tipo de innovaciones reflejan cómo la creatividad y la ciencia pueden trabajar juntas para mejorar la vida de las personas. Con inventos como este, la esperanza de reducir infecciones y salvar vidas se vuelve más real y cercana.